Le voyage de Penelope

A dos lunas del despegue, regresando a base para resolver desperfectos tecnicos y asistir a algunos eventos.
Dia nublado y sin acentos en el teclado aqui en la Patagonia.

Como dijo una serpiente: hay que moverse con un proposito.
Creo que mi proposito al iniciar este viaje no estaba claro, o mejor dicho era una mezcla de propositos que incluian alejarse de mi vida tal como era, contact, amor, mar, montaña, huerta, comunidad maya...y si, se fue tejiendo un poquito de cada uno. Pero aun no hay un pulso concreto.

Estoy segura de que que el corte estilo carnicero vasco con lo anterior era necesario. Pero es de lo unico de lo que estoy segura :) Sera que hay que acostumbrarse a la incertidumbre?

El agua busca su propio nivel. No recuerdo bien donde lei esto, pero es bien cierto...todo es un equilibrio. Ni una sobredosis de tecnologia y ciudad como la que yo venia viviendo, ni un exceso de ácido bucólico...aunque es cierto que en un pueblito perdido enmedio de la nada, sin otro estimulo que la naturaleza, es mas facil conectar la voz interior y escuchar un par de cosas interesantes o no tanto que andan dando vueltas en mi cuadernito de viaje...

Es nueva esta sensacion de estar de viaje permanente, o mas bien en permanente busqueda de algo que no se bien que es...un sentido a la existencia? al reves que picasso, yo no encuentro, busco...en todo caso, voy encontrando cosas que no encajan tan bien con mis expectativas, como para ir soltandolas un poquito que pasten por ahi y no fastidien. Tengo que recordarme todo el tiempo que no estoy de vacaciones, como otras veces, haciendo trecking y ya...esto es distinto, ahora estoy mas del lado del habitante que del turista. Y claro, las cosas que no me molestan para nada en una o dos semanas, si lo hacen en uno o dos meses. Estar en carpa, por ejemplo, especialmente cuando llueve y hace frio...solo se justifica, segun mi ego, por un paisaje extraordinario y/o una buena compañia. Hay una serie de eventos hipoteticos y sus combinaciones posibles que lo inquietan bastante, a saber:

a- me quedo sin comida
b- me quedo sin agua
c- me perdí
d- nadie me levanta en la ruta

Y finalmente la que combinada con una o más de las anteriores es directamente proporcional al nivel de ansiedad:

e-se hace de noche

Mi ego tiene una gran resistencia a aceptar sin mas las contingencias... las zapatillas que se rompen y se mojan, la mochila que te hace doler la espalda, los conductores que no te paran cuando llueve. Descubri que, enmedio de mi deseo de nuevas experiencias, cuando las cosas se complican emerge mi avatar de señora que quiere hacer mermelada de frambuesa calentita en una linda casita alpina con flores en las ventanas, y que no la joda nadie.

Y sin embargo, una vocecita dice que una vida sencilla cerca del agua, cosechando menta y boisenberry, no es suficiente. No ahora.

Esta vocecita encuentra un sentido en la escritura. Y escribe. Aunque sabe que la palabra es bien poca cosa, y que los instantes mas dulces y felices no tienen palabras de ninguna clase.

Falta detectar si es la vocecita del ego, o la del alma

Mientras, Penelope sigue tejiendo. Digo, viajando :)