Layers de sentido

Yo antes era muy dogmática. Bastante, por lo menos. Tenía un escalímetro de valores que funcionaba de lo más bien. Eso facilita mucho las cosas.

Una vez, alguien me dijo lo siguiente: yo, por las dudas, pongo todo entre paréntesis. Bah, no dijo entre paréntesis; dijo en crisis, que es peor...

Cuando uno empieza a cuestionar todo...es un viaje de ida al país de Nunca Jamás...es ir resbalando por una serpentina interminable.

Una de las cosas que yo siempre dije es: no es tan fácil saber qué quiere uno realmente, y qué quiere porque se supone que es lo que debe querer.

Así que, por supuesto, es muy sensato y le ahorra a uno muchos dolores de cabeza querer lo más lógico y razonable dadas sus circunstancias de vida, sexo, edad, status, nivel sociocultural y etc., etc.

Lo otro, bueno...es como querer desarmar el rompecabezas de 2.000 piezas que armamos con tanto esmero...a ver si lo podemos armar de otra forma! Una cosa completamente inentendible.

Pero, saben, pasa...

Y ahí es donde uno empieza a armar un gigantesco psd de doscientos layers que va prendiendo y apagando a ver cómo quedan...a ver cómo se ve así o asá. Y no sabemos. No sabemos cómo se ve mejor. Y hay que ir redondeando porque necesitan imprimir el archivo...

Es mucho más fácil decir: para mí la vida funciona así, lo otro no me interesa.

Un buen día, te tocan timbre y resulta que es la posibilidad de ver las cosas de otra maneras, ni mejores ni peores...simplemente distintas. Ufa...con lo bien que estábamos con el moldecito!

Afuera del moldecito da miedo...y es tan lindo refugiarse en los hombrecitos de canela bañados de azúcar...ya sé, la onda galletitas con forma es muy de otros pagos, pero bué...justamente!

Debe haber un límite para agregar y agregar capas, creo...en algún momento el Photoshop se cuelga y listo...yo creo que no falta mucho.