viernes, julio 06, 2007

Primavera


Pétalos de crisantemo.

De mañana, muy temprano, el día aún sin sol es gris azulado. La tierra humea de frío y de rocío que se evapora sobre las hojas muy verdes.

La boca temblorosa de una mujer.

Las puntas afiladas de las lanzas. Algunas (ignoro su nombre) tienen un extremo en forma de gancho, para, al clavarse, enganchar las vísceras y arrastrarlas hacia fuera cuando el arma se retira.

Ni una palabra se escapa de su boca.

Sólo bebe un té humeante y verdoso en una copa cincelada.

Día tras día. Año tras año.

Todos duermen, y acaso no despierten. Al despertar, apenas un rostro enmascarado, y el aire frío pentrando por un tajo largo y limpio en la garganta. Borbotones de sangre, ahogo, la desesperación de no poder decir una última palabra, todo en apenas una milésima de segundo. Negro.

Ensillar los caballos y huír.

Los que se queden no verán el día.

Borda flores doradas sobre un bastidor. Mil flores, mil grullas: ella borda un deseo.

La boca tiembla, a punto de ser besada después de una espera muy larga. Y también: cuando escucha que alguien que ama va a morir.

Tan sólo...

Corre, ve a palacio y salva a nuestra hija.

Ya mi cuerpo se va alejando de mí. Se desgarra en distintas direcciones, tironeado por un dolor tan atroz, que mi mente se hunde en un sopor hueco, hacia abajo, hacia la tierra negra, mientras alguien, tal vez yo, grita infinitamente a lo lejos, con algo que ni siquiera parece una voz humana.

En el fondo de la taza, mezclado con el poso amargo, un hongo negro.

Aquí, suavemente, pondré mi cabeza. Será sólo un instante. Pronto me reuniré con aquellos que amo.

Todas las mañanas debía colocar una faja alrededor de sus senos, para oprimirlos y elevarlos. Para que los hombres pudieran verlos abrirse como flores; para que pudieran desearlos.

La sangre del patio será lavada con agua en la próxima estación de lluvias.

También debía mojar sus labios en carmín rojo. Perfumarlos para que fueran semejantes a cerezas en primavera.

Luego nevará y todo será olvidado.

Otros deben venir a nacer y morir. Otros deben amar todavía...

A otros les será contada nuestra historia.

Ellos sabrán, un día, que hemos sentido el sol, el roce del vestido de aquella a quien amábamos. Que hemos sabido morir, eligiendo el momento preciso en que el hierro entraría en nuestro cuerpo. Alguien derramará una lágrima, que será bebida rápidamente por el borde de una manga de brocado y seda.

Ahora debo correr, más y más rápido.

Intentarán matarme: apenas una pequeña mujer cabalgando hacia el día que nace. Pero yo tengo una misión, y eso me hace ser como los juncos a la orilla del río. Mi esposo acaba de caer, con varias dagas atravesadas en la espalda. Apenas puedo volver la vista, lo veo caer, levantarse, y aún, entre el polvo, vislumbro las sombras negras que lo enfrentan. Sé que lo miro por última vez, en esta vida. El viento frío me corta la cara, seca las lágrimas que no tengo tiempo de llorar.

Su frente blanca se llena de gotas de sudor diminutas; desde lejos, parecen las perlas de una diadema invisible de plomo que oprime sus venas translúcidas.

Esta guerra se hace contra aquellos que pretenden no tener corazón: aquellos cuyo corazón está oculto bajo una niebla muy espesa, guardado en siete cofres, bajo siete llaves.

Yo he sabido, desde el momento de iniciarla, que no tenía absolutamente ningún sentido.

Sabía que no ganaríamos.

Yo he sentido la rabia, el amor, el miedo, el valor y la agonía de todos los que habitaban las armaduras doradas que yacen contra la muralla de la ciudad prohibida.

Hermosas peinetas de oro enroscadas en su pelo negro. Yo la miraba peinarse todas las mañanas, y luego por las noches, deshacíamos juntos su peinado, dormíamos, después de amarnos, envueltos en su larga cabellera.

Pero aún así...

Era necesario oír cantar al ruiseñor una última vez...hacerlo volar desde tus manos.

También era necesario mirar al cielo y ver cómo el viento se lleva los primeros brotes de flores de cerezo, porque aún no llega la primavera.

Ésta será mi última imagen.

Quiero hablar un instante, decir que amé a todos los que amé, pero no tengo tiempo.

(Beber la copa hasta el fondo, día tras día, hasta perder la razón...)

Decir: lo siento. He fallado. Será otra vez.

(O estrellarla contra el piso, hacerla pedazos, en un último gesto de ojos desafiantes, brillando de agua contenida)

Será otra vida.

Perdóname, amor.

Perdóname, madre.

Perdóname, hermano.

Perdón, hija mía.

Mil veces perdón.

Estaba escrito.

Así había de ser.

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Los pétalos de crisantemo manchados de sangre son barridos rápidamente por una legión de servidores. Las doncellas llegan para esparcir pétalos nuevos, sosteniendo fuentes de plata, sin despegar los ojos del suelo. Otros servidores se acercan agitando inciensarios, llevando lámparas, porque ya es casi la hora del crepúsculo, o la hora del dragón...el día que termina se asemeja, a veces, al día que empieza. Sus trajes se esparcen sobre la inmensa explanada, formando manchas de color: desde lejos, ellos mismos parecen flores agitadas por un viento suave, que aún no es de primavera.

2 comentarios:

José A. Sáinz dijo...

Espero que no dejes a los fans de Disneyword sin sus dosis pendientes... Estas traducciones de ¿imágenes? (fotos, películas) tienen desde luego un lenguaje preciso y poético, evocador. Otro ejercicio literario interesante. Felicitaciones a la traductora...

Eliana dijo...

jaja...y no sé...en una de esas, directamente saco el libro de Disneyword y ya, como algunos me sugirieron :)

La técnica de las traducciones ya la usé en Disneyword, si bien ahí está mezclada con saltos espacio temporales, alternando con otros nudos narrativos. O también podríamos decir: en Disneyword no hay un nudo, sino en todo caso una cuerda de nudos en sucesión permanente...

El texto de Primavera, en cambio, mantiene una unidad temporal, al menos a grosso modo (no hay esos saltos pasado-presente típicos de Disneyword), y juega con la alternancia de voces de narrador, fundiendo distintas historias que se unifican por el clima sensorial y emocional. Primavera es un paisaje contado en varias voces...

Agradezcamos al autor del "texto" original...es una película. :)

 
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